El Presidente Gabriel Boric presentó un plan en que el capital privado queda relegado a un rol secundario
Tras años de dependencia del cobre como el principal producto de exportación y el mayor proveedor de impuestos para el Estado, el anuncio de una estrategia nacional a favor del litio por parte del gobierno de Gabriel Boric generó altas expectativas y diversas reacciones entre los principales actores económicos del país.
Ideado para posicionar a Chile en la carrera global para explotar el denominado “oro blanco”, y reconociendo al país como una de las fuentes de mayores reservas en todo el planeta del mineral no metálico, Boric aseguró que el plan tendrá como uno de sus pilares la colaboración público privada, pero aclaró que en todo el ciclo productivo del litio, el control lo tendrá el Estado a través de una empresa independiente.
Este aspecto generó las críticas de algunas organizaciones empresariales que no vieron con buenos enojos aquella determinación. “No entendemos esta señal de desconfianza, relegando al sector privado a un segundo plano, cuando estamos de acuerdo en la importancia de la cooperación pública privada y el rol del sector privado en el desarrollo del país”, declaró Richard von Appen el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
“El gobierno propone relegar inexplicablemente a un segundo plano al sector privado en el desarrollo de la industria del litio, la cual presenta enormes oportunidades para el desarrollo de nuestro país”, lamentó la Sofofa en su declaración criticando el anuncio del Ejecutivo. “Los roles del sector privado y del Estado son complementarios”, añadió.
En el mismo tono, la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) aseguró que se mantenían “cautelosos” ante la nueva estrategia pero marcaron distancia frente al hecho que se pretenda revisar la propiedad de las empresas que actualmente operan en el Salar de Atacama, emplazamiento que representa el 30% de la producción mundial del recurso.
“Resulta cuestionable que se pretenda revisar la propiedad de las empresas que actualmente operan en el Salar de Atacama”, señaló el ente gremial, frente a las palabras del jefe de Estado que dijo que aquel lugar “merecía una especial atención en nuestra estrategia”.
Por su parte, fue el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien intentó llamar a la calma al mundo privado. “Creo que podemos tener bastante tranquilidad, hemos visto a Codelco funcionar con distintos gobiernos y con distintos momentos políticos y Codelco se ha mantenido como una empresa seria. Tiene el grado suficiente de autonomía y gobernanza como para dar ese tipo de garantías”.
El botín es generoso ya que el aporte privado proveniente de la extracción de litio por la empresa SQM en el primer semestre de 2022, alcanzó los 2.198 millones de dólares, principalmente proveniente de los pagos por el arrendamiento del Salar de Atacama. Este monto incluso superó lo entregado por la empresa nacional de Cobre (Codelco) durante ese periodo, siendo que es la empresa minera de cobre que mayores recursos le aporta al país.
La discusión se amplificará en los próximo días y seguirá en torno al clivaje sobre tener más o menos Estado. Con todo, el positivo panorama responde a la continua popularidad del litio en el mercado internacional, ya que tan solo entre 2021 y 2022 su precio aumento en un 400%, y su producción a nivel mundial se alzó en 23 mil toneladas durante el último año.
Asimismo, se espera que en 2030 aumenten en casi un 1.400% la demanda de autos eléctricos como advirtió un informe de la Comisión Chilena del Cobre de 2020. La gracia es que como cada vehículo utiliza kilogramos (kg) de litio, se necesitarían más de 200 kilos para su producción, según rescató el sitio Malaespinacheck.
De igual modo, y en medio de ese panorama, las acciones de la empresa chilena SQM sufrieron una fuerte caída en su valor este viernes en la Bolsa de Comercio de Santiago.