La web nos permite hacer de todo: ver y hablar con otras personas, conocer sitios lejanos en los que nunca antes hemos estado: contratar seguros de auto en línea, encontrar veterinarios para tu mascota, solicitar un médico, manejar dispositivos por la red mientras nos encontramos en otro lugar, y mucho más. Internet se ha convertido en una herramienta que nos permite ganar muchísimo tiempo al hacer cualquier cosa que se nos ocurra. Sin embargo, aún hay personas que temen acercarse a la web y dejar su rutina habitual. Por ejemplo, muchos prefieren pagar sus cuentas presencialmente en un centro de pagos. Otros optan por comprar directamente en el centro comercial ese producto que tanto necesitan, incluso si les resulta más costoso y complicado que comprarlo por Internet.
¿Qué beneficios tiene el entregarle nuestra plena confianza a la web? ¿Qué tipo de cosas podemos hacer en ella, y qué cosas no? Aquí te contamos un poco más al respecto.
Tiempo y calidad de servicio
Como ya se mencionó en un principio, la web está diseñada para hacernos ganar cantidades enormes de tiempo. Desde la comodidad de nuestro dispositivo, hacer cosas como pagar una cuenta, comprar un producto o disfrutar de un servicio se vuelven tareas tan sencillas e instantáneas que terminamos acostumbrándonos a ellas en poco tiempo. ¿Y qué hay más preciado que nuestro propio tiempo? Sumado a lo anterior, la web entrega calidad de servicio.
Efectivamente, la web está pensada para entregarnos justo lo que andamos buscando y de la mejor manera posible. Por ello, si necesitamos contratar un servicio o adquirir un producto, pocas veces experimentaremos descontento. Claro está, si tenemos problemas al acceder a internet o el sitio se encuentra temporalmente con fallas técnicas, será inevitable que nos sintamos disconformes, pero esto ocurre pocas veces. Por lo general las páginas web nos permiten ir al grano y recibir lo que buscamos.
Ahora bien, ¿qué cosas podemos hacer en la web?
La pregunta podrá sonar un poco obvia, pero lo cierto es que en la web se puede hacer prácticamente de todo, y mucho más de lo que nos podemos imaginar. Por ejemplo, si te gustan las apuestas deportivas, puedes entrar a la página web de sitio favorito y apostar a tus mejores opciones desde tu equipo electrónico.
¿Y si te fascinan los viajes? Recorre y turistea por cualquier lugar de Chile y el mundo con todo el lujo de detalle que requieres, gracias a mapas virtuales e imágenes panorámicas en 360°.
¿Y si quieres buscar pareja? Hay sitios web especializados para ello. Son sólo ejemplos que nos dan a entender el tremendo poder que tiene la web. Entonces, ¿para qué perder tiempo y energías acudiendo presencialmente a uno u otro lugar, mientras que puedes disfrutar de todo desde internet?
Claro está: no es sano estar todo el día pegado en internet, jugando o trabajando, sin quitar la mirada de la pantalla. Sin embargo, el hecho de que podamos hacer muchas cosas gracias a la web nos ayuda a pensar en nuestra rutina y así evaluar qué cosas podríamos dejarle a la web para así ganar tiempo y tener una mejor experiencia de servicio.