- El abogado Alejandro Charme, especialista en regulación y en pensiones, se refirió a la licitación de afiliados antiguos que se aprobó en la Comisión de Trabajo y advirtió que “la rentabilidad es más determinante para una pensión que sólo el precio”.
La primera semana de enero fue testigo de la reactivación del trámite legislativo de la reforma de pensiones, esto luego que el Gobierno comenzara de forma inmediata con la votación de las indicaciones a la reforma que se presentaron en la mañana del mismo día de la votación. Así, en la primera jornada, uno de los elementos que los diputados de Gobierno aprobaron -sin ningún voto de parlamentarios de oposición, que se levantaron de la mesa- fue la llamada licitación de carteras de afiliados antiguos, lo que para algunos es un aspecto que podría favorecer a los afiliados.
Según el experto en materias previsionales y ex fiscal de la Superintendencia de Pensiones, Alejandro Charme, la idea de licitar anualmente una cuota de 10% del stock de afiliados antiguos en el sistema no es una idea que comulgue con la libertad de elegir y que, a fin de cuentas, podría terminar perjudicando a los afiliados.
Así, en entrevista con DF, Charme señaló que una licitación de carteras de afiliados antiguos donde sólo se prioriza el precio (o comisión) más bajo, no es lo más determinante en el monto final de la pensión de una persona, ya que lo más importante es la rentabilidad de las inversiones. Así, explicó, “muchos afiliados podrían verse perjudicados al ser traspasados al administrador más barato si es que eso implica cambiarse de una AFP con una rentabilidad promedio que puede ser menor a la que estaban actualmente”, explicitó.
Para ejemplificar, a un afiliado que actualmente tiene $10 millones en su cuenta individual, manejada por un administrador que le cobra una comisión de 1%, pero a una rentabilidad de 4% promedio, no le servirá obligarlo a cambiarse a otro administrador que pueda tener una comisión de 0,8% (más baja) pero cuya rentabilidad promedio histórica hacia atrás sea desconocida y o menor al 4% que el afiliado tenía anteriormente. Pese a que las rentabilidades históricas no significan que éstas se repitan en el futuro, sí podrían darse casos en que usuarios que caigan en la licitación y no pidan su reversión antes del período indicado, obtengan tras el período una pensión menor que la habrían tenido de haberse quedado con su actual administrador, pese a haber pagado una menor comisión durante esos 10 años. Y todo porque la rentabilidad pesa más a la hora de impactar la pensión final de los afiliados.
Finalmente, el asesor previsional para Renovación Nacional comentó que no le parece que la licitación de afiliados antiguos no tome en cuenta temas como la calidad de servicio, además de tildar la propuesta como “expropiatoria”. Así, el experto cuestionó que “licitar grupos de afiliados es una suerte de expropiación de la masa de clientes que un administrador fideliza a lo largo de su actividad, lo que no condice con el reconocimiento a la actividad empresarial, focalizándose sólo en el precio y omitiendo la rentabilidad y la calidad de servicio”.