La Universidad Católica de Chile (UC Chile) ha alcanzado un hito significativo en su historia académica al otorgar por primera vez patentes a invenciones desarrolladas por estudiantes. Este logro subraya el compromiso de la universidad con la innovación y el emprendimiento, destacando proyectos como HUNO y KnitBall, que emergen de las Escuelas de Diseño e Ingeniería. Estas iniciativas no solo ofrecen soluciones creativas a desafíos concretos enfrentados por pequeñas empresas, sino que también evidencian el potencial de los estudiantes para impactar positivamente en su entorno.
HUNO, diseñado por Angélica Hernández, consiste en un conjunto de herramientas modulares que optimizan la mecánica de bicicletas, reduciendo el riesgo de lesiones por movimientos repetitivos. Este innovador sistema se adapta a las necesidades del usuario y busca mejorar la ergonomía en los talleres de reparación de bicicletas. Hernández, quien atribuye su éxito al apoyo de su profesor y la Oficina de Transferencia y Desarrollo de la UC, está comprometida en perfeccionar su diseño y expandir su aplicación, destacando la importancia de reconocer los oficios como un pilar fundamental de la sociedad.
Por otro lado, KnitBall es una herramienta ergonómica creada para los entusiastas del crochet, que incorpora un mecanismo rotatorio que se ajusta a diferentes tamaños de ganchos. Esta invención busca aliviar el dolor articular y muscular, una queja común entre quienes realizan esta actividad. Enfocado en mejorar la calidad de vida de los crocheters, KnitBall se desarrolló en el marco del curso ‘Desafíos de Ingeniería’, que invita a los estudiantes a innovar en beneficio de micro y pequeñas empresas.
La relevancia de este logro radica no solo en la creación de productos innovadores, sino también en la importancia de las patentes en el ámbito académico. Según Bárbara Ribbeck, Directora Adjunta de Transferencia y Propiedad Intelectual de la UC, las patentes facilitan la transferencia de tecnología y reconocen a los creadores, permitiendo que las invenciones sean escalables y comercializables. Este proceso no solo abre nuevas oportunidades de ingresos para los inventores, sino que también enriquece su trayectoria profesional al demostrar sus capacidades en innovación.
Finalmente, la Oficina de Transferencia y Desarrollo de la UC juega un papel crucial en la protección y promoción de los resultados de investigación. Con más de 1,100 solicitudes de patentes y un número creciente de acuerdos de transferencia, esta oficina actúa como un vínculo entre la universidad y el sector privado. Además, ha intensificado su enfoque en apoyar la innovación estudiantil, brindando a los jóvenes inventores las herramientas necesarias para que sus ideas cobren vida y contribuyan al desarrollo social y económico de Chile y Latinoamérica.