En la web, es muy común que nos veamos enfrentados a paneles y pliegos digitales en que se nos enseña una serie de informaciones que, producto de que no queremos/podemos digerir, aceptamos sin más, permitiendo que quien sea que haya emitido el comunicado, se salga con la suya sin oposición.
Mantenerse educados no es un tema de simple nutrición literaria o de saber elegir cuál película no ver en el cine. En la era digital, mantenerse educados es estar permanentemente actualizando informaciones y ubicándose en el tope de la vanguardia, no solamente en tecnología, sino en las maneras de convivir con una sociedad altamente tecnologizada. Si te preocupas de contratar un seguro para tu vehículo en internet, ¿por qué no preocuparse también de asegurar la manera en la que llegas a estos sitios?
Si ya no podemos omitir el uso de sistemas de mensajería instantánea móvil, tampoco podemos omitir ni prescindir de sus efectos. El manejo de dispositivos electrónicos conectados a Internet supone el conocimiento, por parte del usuario, de ciertas normas y actitudes que van en pos de su propio bienestar y de estar seguros frente a riesgos.
Actualizar softwares
El uso de antivirus y antimalware no se basta por sí mismo para mantener resguardados los datos. Es necesario estar atento al aviso de actualización que envíe cada software y revisar si se trata de una versión original o pirata, con el fin de no correr riesgos innecesarios.
Por otro lado, una actualización permite renovar los mecanismos anticiberfraude en conjunto con propiciar un funcionamiento óptimo del programa, de manera tal de no ocupar más recursos de lo acostumbrado.
Cerrar sesiones
Tan típica como la broma de la confesión en redes sociales, es la costumbre malsana de dejar abiertas las sesiones personales en computadores o dispositivos que no lo son. Si bien ya es peligroso el nivel de exposición que tienen nuestros datos en los móviles personales, es aún más riesgosa la situación en que queda nuestra información en un computador de biblioteca pública o en cualquier otro dispositivo que no nos pertenezca.
A pesar de que cerrar las sesiones personales al salir de la navegación es vital, también es crucial el rol que juega nuestro criterio a la hora de compartir fotos y documentos, que pueden dejar huellas más grandes de lo que quisiéramos, respecto a quiénes somos y por dónde nos movemos.
Usa tu firewall
Un cortafuegos o firewall, tiene por misión la de impedir el ingreso de intrusos y softwares maliciosos a tu computador, garantizando en gran medida una navegación segura en Internet. Con el uso de un cortafuegos, es posible impedir que un virus o malware se apodere de datos bancarios, por ejemplo, o que acceda al disco duro mediante la red de wifi a la que el dispositivo esté conectado.
Por lo general, un firewall modifica el sistema de prioridades de la navegación e interactúa con aplicaciones y herramientas que potencian su funcionalidad, permitiéndole al usuario contar con una protección mucho más eficiente.
Desconfía sabiamente
Cuando recibas un correo de procedencia desconocida que posee un archivo adjunto, no lo abras ni descargues, porque esta es una forma común de transmitir virus y programas criminales. Lo mejor es desconfiar y asegurarse de la procedencia de cada documento antes de abrir.
Además, los expertos recomiendan el cambio de todas tus contraseñas cada seis meses, ojalá dándole a cada una la mayor complejidad posible y no asociándola a nombres ni fechas importantes. Todo esto, siempre con el fin de mejorar tus posibilidades y aumentar la privacidad de tus accesos personales.