Carla Hernández, la nieta de María Elcira Contreras, se pronunció sobre una confusión generada en redes sociales debido a la difusión errónea de información relacionada con su abuela, quien ha estado desaparecida desde mayo de 2024. Recientemente, un post que se difundió masivamente, incluso por un conocido periodista en la plataforma X (ex Twitter), afirmaba haber encontrado a una adulta mayor desaparecida en la Región de Valparaíso. Sin embargo, el uso de la imagen de Contreras en la publicación causó alarma en los seguidores del caso, quienes inicialmente pensaron que finalmente se había dado con su paradero.
La confusión se intensificó cuando la noticia mencionó a María Cristina Guajardo Pérez, quien había desaparecido en noviembre de 2023, y afirmó que su cuerpo apareció en El Tabo. La captura de pantalla que incluía la fotografía de María Elcira Contreras, de 86 años, provocó en muchos la esperanza de que fuera ella, solo para derrumbarse la ilusión al enterarse que el hallazgo pertenecía a otra mujer. La situación resalta la importancia de la precisión en la información que se comparte en redes sociales, especialmente en casos tan delicados como la desaparición de personas.
En una conversación con el medio La Cuarta, Hernández relató que su reacción ante noticias así es de gran angustia; su corazón se acelera con la esperanza de que, por fin, su abuela haya sido encontrada, pero esta se convierte en desilusión al confirmar que no es el caso. «Hasta ahora no hemos encontrado nada de ella, ni un solo rastro», expresó, evidenciando la desesperación que enfrenta su familia al no tener novedades tras la desaparición. Además, comentó que aún se encuentran en la oscuridad respecto a las investigaciones relacionadas con los rumores sobre las joyas que supuestamente se conservaron en el entorno de su desaparición.
La familia de María Elcira Contreras mantiene firmes sospechas sobre el lugar donde se produjo la desaparición. Hernández enfatizó que cree que su abuela ingresó al fundo y no pudo salir por su propia voluntad. «Si hubiese sido simplemente un accidente, como ha afirmado la Fiscalía desde el principio, ya la habríamos encontrado hace tiempo», declaró. Este sentir refleja la frustración y la inquietud que vive la familia en medio de una investigación que parece estancarse, sin resultados concretos.
El caso de María Elcira Contreras no solo ha generados preocupaciones en su ámbito familiar, sino que ha llamado la atención de la comunidad en general. La errónea correlación de las noticias demuestra cómo una mala interpretación puede afectar profundamente a las personas involucradas. La búsqueda de la verdad y la justicia en casos de desaparición es un proceso arduo que requiere además de sensibilidad, una atención especial por parte de los medios para evitar malentendidos que puedan intensificar el dolor de las familias afectadas.















