La detención de Martín de Los Santos Lehmann en São Paulo, Brasil, marca un hito significativo en la cooperación internacional entre fuerzas policiales. Este individuo es acusado de infligir lesiones graves a un conserje de 70 años en Vitacura, Chile, y se encontraba prófugo desde que abandonó el país el 19 de junio. La captura se llevó a cabo gracias a la coordinación entre la Policía Federal de Brasil y la Policía de Investigaciones chilena, facilitada por una notificación roja de Interpol que permitió su localización. Este caso no solo resalta la efectividad de las redes de colaboración policial, sino que también pone de relieve la seriedad con que se toman los delitos de violencia en el contexto de la ley.
El pasado sábado, la Fiscalía Oriente de Chile confirmó que Lehmann estaba en Brasil y que había estado evadiendo la justicia. Aparentemente, se había trasladado a la capital del estado de Santa Catarina, a unos 1.900 kilómetros del lugar del incidente. Esta fuga puso en alerta a las autoridades chilenas, quienes desde entonces han estado trabajando para asegurar su regreso a Chile y que enfrente las consecuencias de sus actos. La reincidencia de la violencia contra personas mayores se ha convertido en un tema de preocupación social, y la captura del acusado se considera un paso hacia la justicia.
En respuesta a la solicitud de extradición presentada por el Ministerio Público, la jueza Daniela Guerrero del 4° Juzgado de Garantía ha fijado una audiencia para este viernes a las 9:00 horas. La audiencia busca revisar los procedimientos necesarios para garantizar que Lehmann regrese a Chile y responda ante las autoridades judiciales. Este proceso de extradición es crucial, dado que el sistema judicial chileno pretende abordar con rigor los casos de violencia, especialmente aquellos que involucran a adultos mayores, que son poblaciones vulnerables en la sociedad.
La situación se complicó aún más cuando la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó un recurso de amparo presentado por la defensa de Martín de Los Santos. El abogado Mario Orlando Jara Jara argumentó ante el tribunal que la decisión tomada anteriormente era “ilegal” y “arbitraria”, defendiendo la postura de que no existían fundamentos suficientes para cambiar la calificación del delito. Sin embargo, la Corte consideró que el caso debía seguir su curso natural bajo la jurisdicción adecuada, reafirmando que las decisiones judiciales están sujetas a un marco legal que debe ser respetado.
A medida que avanza este caso, los ojos del público se centran en los procedimientos judiciales y en cómo se desarrollará la extradición. La detención de Lehmann y el rechazo de su recurso de amparo reflejan una postura firme de las autoridades chilenas contra la impunidad. La comunidad ha estado atenta al desenlace de la audiencia programada, que no solo determinará el futuro del acusado, sino que también servirá de precedente en la lucha contra la violencia hacia adultos mayores y otros delitos en la región. Los aplausos y críticas hacia el sistema judicial chileno son un recordatorio del impacto social que tiene este tipo de delitos.
















