En septiembre de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró una variación mensual del 0,4%, sumando así un aumento acumulado del 3,3% durante el año y un notable incremento del 4,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este comportamiento del IPC se vio influenciado por diversas divisiones que han experimentado variaciones positivas y negativas. En total, nueve de las trece divisiones que componen la canasta del IPC aportaron alzas mensuales, mientras que tres presentaron bajas y una no mostró incidencia en la variación del índice.
Entre las divisiones que destacaron por sus incrementos, se encuentran los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron un aumento del 0,8%, contribuyendo con una incidencia de 0,185 puntos porcentuales al IPC. Este aumento en los precios de los alimentos puede ser atribuido a factores como variaciones en la oferta agrícola y cambios en la demanda de ciertos productos. Asimismo, la división de recreación, deportes y cultura también destacó con un incremento del 1,3%, lo que se tradujo en una incidencia de 0,059 pp., resaltando una posible reactivación del consumo en actividades recreativas tras la mejora de las condiciones sanitarias.
A pesar de las alzas observadas en varias divisiones, también hubo áreas afectadas negativamente. La división de información y comunicación presentó una disminución de precios del 0,2%, que se tradujo en una incidencia negativa de -0,014 pp. Este descenso podría estar relacionado con la constante evolución tecnológica y la intensa competencia en el sector de servicios de telecomunicaciones y productos digitales, lo que ha llevado a precios más bajos para los consumidores.
Además de los sectores mencionados, las restantes divisiones que contribuyeron positivamente al IPC ascendieron en conjunto con 0,225 pp. Esto pone de manifiesto que, a pesar de las caídas en algunas áreas, la tendencia general del índice permanece en terreno positivo, impulsada principalmente por el consumo de productos básicos y actividades recreativas. Estas cifras sugieren que el mercado está en un proceso de ajuste, donde los consumidores continúan adaptándose a las fluctuaciones en los precios.
Las cifras del IPC para septiembre de 2025 representan un claro indicador de la salud económica del país y evidencian el comportamiento del consumo. Los aumentos en alimentos y bebidas no alcohólicas, junto con el sector de recreación, sugieren una reactivación económica, aunque la baja en información y comunicación resalta desafíos que aún persisten en el mercado. El monitoreo constante de estos índices será fundamental para entender las tendencias futuras y formular políticas que fomenten la estabilidad económica.
















