El Juzgado de Garantía de Pucón, en la Región de La Araucanía, ha dictado prisión preventiva para Javier Cuevas Barazarte, el conductor que atropelló a una niña de 11 años la noche del 18 de septiembre, mientras se encontraba en estado de ebriedad. El trágico accidente, que ha conmocionado a la comunidad, resultó en la muerte de la menor, que falleció el pasado domingo 21. Además, su tío, quien también fue atropellado, permanece internado con lesiones graves, aunque se encuentra fuera de riesgo vital. Este caso ha generado una fuerte indignación pública y ha puesto de relieve la problemática de la conducción bajo los efectos del alcohol en el país.
Durante la audiencia de formalización, el Ministerio Público presentó evidencias contundentes en contra del imputado, quien, a sus 31 años, estaba conduciendo su vehículo con una licencia ya suspendida debido a una condena previa por el mismo delito. Según los informes, Cuevas no respetó un paso preferente para peatones, lo que resultó en el fatal accidente. La fiscalía ha imputado los delitos de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y lesiones gravísimas, considerando la gravedad de los hechos y el historial delictivo del conductor.
Las pruebas aplicadas por Carabineros en el lugar del accidente confirmaron que Javier Cuevas tenía una tasa de alcohol en la sangre de 1,99 gramos por litro, un nivel de ebriedad considerablemente alto que lo inhabilitaba para conducir. El tribunal, al evaluar la situación, determinó que la libertad del imputado representaba un peligro inminente para la sociedad, lo que justificó la imposición de la medida cautelar de prisión preventiva por un plazo de seis meses.
La decisión del Juzgado de Garantía ha sido recibida con apoyo por parte de diversos sectores de la comunidad, quienes piden justicia por la menor fallecida y mayor control sobre la conducción bajo los efectos del alcohol. La indignación ha sido palpable en redes sociales y en la prensa, donde se ha planteado la necesidad de implementar y reforzar medidas más severas para quienes infringen la ley al volante. Además, se hace un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad social en relación con el consumo de alcohol y sus consecuencias trágicas.
Este lamentable suceso subraya una vez más la importancia de conducir con responsabilidad y respeto hacia las normas de tránsito. Las autoridades han enfatizado que situaciones como esta no solo perjudican a las víctimas directas, sino que también impactan profundamente a sus familias y comunidades. Mientras la investigación continúa, se espera que el caso de Javier Cuevas sirva como un ejemplo que fomente cambios significativos en la legislación y el comportamiento ciudadano frente a la conducción en estado de ebriedad.
















