La competencia entre gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft y Amazon se intensifica en su objetivo compartido de eliminar sus huellas de carbono. Recientemente, Apple anunció un avance significativo en sus esfuerzos, al informar que ha superado la mitad del camino hacia su meta de neutralidad de carbono para 2030. Desde 2015, la compañía ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un impresionante 60%, lo que incluye todos los aspectos de su cadena de suministro, desde la fabricación hasta el uso final del producto por parte de los clientes.
En el contexto de una creciente conciencia ambiental, muchas empresas han logrado eliminar con éxito sus emisiones directas de carbono. La adopción de energías renovables, como la solar y la eólica, ha sido clave para este avance, permitiendo que las empresas reduzcan sus costos operativos al mismo tiempo que minimizan su impacto ambiental. Sin embargo, el verdadero desafío radica en abordar las emisiones denominadas Alcance 3, las cuales incluyen las emisiones generadas por los proveedores y durante el uso de los productos, las cuales están fuera del control directo de las compañías.
Apple ha tomado un enfoque innovador para abordar este desafío. En su reciente presentación del Apple Watch Series 9, la empresa anunció que adquirirá energía renovable en nombre de sus clientes, un movimiento que no solo apoya sus metas de sostenibilidad, sino que también involucra a los consumidores en el proceso. Un año después, Apple implementó una estrategia similar al lanzar el Mac mini con el chip M4, lo que subrayó la relevancia de la industria de semiconductores en la huella de carbono de los productos electrónicos.
La huella de carbono de los productos electrónicos, en particular, se ha vuelto un punto focal para Apple. Por ejemplo, el modelo base del Mac mini genera 32 kg de contaminación durante su ciclo de vida, mientras que la versión más avanzada produce hasta 121 kg, en gran parte debido al número de componentes de semiconductor. Con 26 de sus proveedores de semiconductores comprometidos a reducir sus emisiones de gases fluorados en un 90%, Apple está tomando medidas concretas para mitigar el impacto ambiental de sus productos, frente a los potentes efectos de estos gases en el calentamiento global.
A medida que nos acercamos a la fecha límite de 2030, Apple se ha propuesto eliminar al menos el 75% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, utilizando programas de compensación para la parte restante. En comparación, Microsoft investiga alternativas tecnológicas como la captura directa de aire y soluciones basadas en la naturaleza como la reforestación. Mientras cada empresa elige su propia estrategia, la carrera por la sostenibilidad está lejos de ser solo una tendencia; se trata de un compromiso a largo plazo que podría redefinir la industria tecnológica en su conjunto.