Durante la última jornada, se han sumado nuevos elementos al escalofriante caso del triple homicidio ocurrido en La Reina. A los ya conocidos imputados, Jorge Ugalde y Trinidad Cruz-Coke, se les han añadido dos arrendatarios que vivían en la misma propiedad donde se perpetraron los crímenes. Según informa BioBioChile, uno de los vecinos, identificado como O.A.C.D., ha proporcionado detalles cruciales a la policía, manifestando que escuchó gritos durante la tarde del tragicomedio. Estos testimonio iniciales abren nuevas líneas de investigación que pueden arrojar luz sobre lo sucedido en ese fatídico día.
El testimonio de O.A.C.D. es particularmente alarmante. Relató que mientras intentaba descansar, escuchó aproximadamente tres gritos de una mujer llamando a un tal «Eduardo». Los gritos, que comenzaron de manera intensa, se desvanecieron en volumen, lo que sugiere un posible cambio en la situación de urgencia. Además, el vecino recordó fuertes ruidos asociados a golpes y lo que él pensó podría haber sido el cierre de la maleta de un automóvil. Este relato se volvió más significativo cuando el testigo reconsideró sus palabras después de hablarlo con su pareja, sugiriendo que los gritos podrían estar relacionados con el actual investigación sobre la violencia en su comunidad.
En medio de este contexto, las declaraciones de los imputados han mostrado notables contradicciones. Jorge Ugalde, bajo prisión preventiva, alegó que sus lesiones físicas se debían a los lentes que usa, mientras que no pudo explicar cómo se produjo el daño visible en su cuerpo. Por su parte, Trinidad Cruz-Coke, también imputada, sugirió que ciertos cortes que presenta son consecuencia de su trabajo en el jardín. Este tipo de justificaciones y las heridas inexplicables complican aún más su situación legal y pueden ser vistas como intentos de desviar la atención de la gravedad de los cargos que enfrentan.
Además, la defensa ha argumentado que Ugalde fue presuntamente coaccionado durante su interrogatorio, sin la presencia de un abogado. Este aspecto puede ser crucial en el desarrollo del juicio, ya que la legalidad de los métodos de interrogación utilizados puede influir en la validez de las evidencias presentadas. El abogado defensor, Marcelo Castillo, ha minimizado la relevancia de las confesiones policiales, sugiriendo que no se puede confiar en la veracidad de lo que se ha declarado bajo presión.
En otro ámbito del caso, se hizo público que durante una visita a un mall, Jorge Ugalde compró un encendedor y luego, gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad, se descubrió que había adquirido una pistola de juguete y una máscara de gorila, planeando un uso aparentemente inocente para Halloween. Sin embargo, este hecho plantea interrogantes sobre su estado mental y posibles intentos de manipulación de indicios en el caso. La opacidad que rodea a los testimonios y evidencia está llevando a un análisis más profundo de las motivaciones detrás del triple homicidio, dejando a la comunidad en un estado de expectación y con la esperanza de justicia.
















