En la madrugada de este domingo, el Ministerio de Salud de los hutíes reportó que al menos 13 personas han perdido la vida y nueve más han resultado heridas en un ataque aéreo llevado a cabo por la coalición liderada por Estados Unidos y el Reino Unido. Este ataque se desarrolló en Saná, la capital de Yemen, dejando un saldo trágico que refleja la escalofriante realidad del conflicto en la región. Las autoridades de salud del grupo insurgente confirmaron que la mayoría de los heridos presenta condiciones críticas, lo que pone en relieve la gravedad de la situación humanitaria en el país.
El movimiento chií hutí condenó enérgicamente los ataques aéreos, reafirmando su compromiso de continuar apoyando la causa palestina y advirtiendo sobre la posibilidad de realizar más operaciones militares en la región. En un comunicado oficial, expresaron que “estos ataques no disuadirán a Yemen” y prometieron respuestas militares ante lo que consideran una agresión. Esta retórica refleja la persistente tensión entre los hutíes y la coalición internacional, la cual postula que actúa en defensa de la navegación y la seguridad regional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, en unas declaraciones realizadas el mismo sábado, describió la acción militar como «decisiva y contundente» en respuesta a las acciones de los hutíes. Trump justificó la intervención militar al alegar que los insurgentes, respaldados por Irán, han estado implicados en una «campaña implacable de piratería, violencia y terrorismo». El mandatario enfatizó que la intervención de las Fuerzas Armadas de EE.UU. es necesaria para restablecer la seguridad y advertir a Teherán que su respaldo a los hutíes debe cesar de inmediato.
Este ataque se enmarca en un contexto de creciente hostilidad, ya que los hutíes han amenazado con reanudar sus operaciones contra barcos israelíes y de otros países en el Mar Rojo y el Mar Arábigo. Desde el inicio del conflicto en la Franja de Gaza a principios de octubre de 2023, el movimiento insurgente ha intensificado sus ataques aéreos y marítimos, justo después de las violaciones que sufrieron los palestinos a manos del Estado judío. La escalada de violencia ha llevado a un incremento en las tensiones geopolíticas y ha colocado a la región al borde de un conflicto más amplio.
La coalición entre Estados Unidos y el Reino Unido ha llevado a cabo múltiples operaciones en Yemen, reclamando acciones por la seguridad en el estrecho de Bab el-Mandeb y las rutas marítimas estratégicas. Sin embargo, las repetidas ofensivas también han sido objeto de críticas por parte de organismos de derechos humanos que argumentan que han contribuido a una crisis humanitaria exacerbada. Mientras tanto, los hutíes continúan lanzando declaraciones desafiantes, prometiendo que sus acciones no serán en vano y que responderán con la misma intensidad a cualquier incursión en su territorio.