El pasado fin de semana, ciudadanos de San Pedro Cholula, incluidos Cholultecas y activistas de diversas organizaciones, llevaron a cabo una enérgica manifestación exigiendo el cierre definitivo del controvertido basurero de Calpan. La protesta, organizada por la Unión de Pueblos y Fraccionamientos en Contra del Basurero y Defensa del Agua, logró congregar a un gran número de participantes que denunciaron la irresponsabilidad de la empresa Pro-Faj y la negligencia de las autoridades locales para enfrentar la actual crisis ambiental que afecta gravemente a la región. Los manifestantes se posicionaron frente a las oficinas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para demandar acciones contundentes ante la grave situación que enfrentan.
Los protestantes bloquearon la Avenida Insurgentes durante más de tres horas, una de las principales arterias viales de la ciudad, para hacer visible su descontento. El basurero de Calpan, que tiene la capacidad de recibir un máximo de 120 toneladas diarias de desechos, ha estado operando con cifras alarmantes que oscilan entre 600 y 900 toneladas, lo que pone en evidencia su sobrecarga y plantea serios riesgos ambientales. «Este sitio ya no debería estar en funcionamiento», manifestó uno de los participantes, enfatizando la urgencia de clausurar permanentemente el lugar que ha causado tanto daño a la comunidad.
Durante la manifestación, la Profepa recibió a los líderes de la movilización y se comprometió a realizar un seguimiento de las demandas, aunque lamentablemente no se especificaron acciones concretas o sanciones inmediatas contra Pro-Faj. Los asistentes mostraron su frustración por la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades y la inacción por parte de la empresa encargada de manejar el basurero. El tiempo apremia, y la paciencia de la población se agota mientras el basurero continúa operando sin restricciones.
A lo largo de la protesta, los manifestantes expresaron de manera unificada que «exigimos que se apliquen sanciones y se tomen medidas concretas para proteger nuestra tierra y nuestro agua». Esta clara demanda refleja el deseo colectivo de la comunidad de recuperar un entorno limpio y saludable, lejos de la contaminación y el deterioro que ha sobrepasado los límites en San Pedro Cholula. Las voces de los habitantes no sólo exigen justicia, sino que buscan redimir un legado ambiental para las futuras generaciones.
El grito de «Los pueblos cholultecas no son basurero» resonó con fuerza en cada rincón de la manifestación, simbolizando la lucha por un futuro más limpio y justo. La comunidad ha dejado claro que no se detendrán ante la indiferencia de las autoridades ni ante la impunidad de la empresa Pro-Faj. Su determinación se reafirma en cada acto de resistencia, y con ello, buscan forjar un camino hacia la esperanza y la protección de sus recursos naturales, fundamentales para su existencia y bienestar.