El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador ha proclamado oficialmente los resultados finales de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, donde Daniel Noboa, del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), ha logrado su reelección. En una comunicación emitida el sábado, el CNE certificó que todos los recursos legales y administrativos presentados han sido resueltos, permitiendo así la proclamación definitiva de Noboa y su compañera de fórmula María José Pinto. Esta decisión se produce en medio de las reclamaciones de la oposición, específicamente del correísmo, que sostiene que ha habido un supuesto fraude electoral.
En el balotaje del pasado 13 de abril, Noboa y Pinto obtuvieron un total de 5.870.618 votos, lo que representa el 55,63% del total, superando en más de un millón de votos a Luisa González, la candidata del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa. Esta amplia victoria fue rápidamente seguida por intentos de impugnación por parte del correísmo, que ha impugnado más de 15,000 actas alegando irregularidades, aunque dichos recursos han sido rechazados tanto por el CNE como por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
El viernes, el TCE desestimó la última apelación del correísmo, confirmando los resultados y despejando el camino para que Noboa reciba sus credenciales y asuma nuevamente el poder el 24 de mayo. Los magistrados del tribunal dictaminaron que la oposición no había presentado pruebas concretas que sustentaran su impugnación. A pesar de esto, Correa continúa sosteniendo que los resultados son estadísticamente inviable y mantiene su pedido de una investigación sobre las supuestas irregularidades.
El correísmo ha fundamentado sus alegaciones de fraude en un estudio pericial realizado por el Instituto Canario de Análisis Criminológico (ICAC) que analiza la posible transferencia de tinta entre las papeletas de votación, sugiriendo que la tinta utilizada podría haber facilitado la alteración de los votos. Sin embargo, este estudio se ha basado en bolígrafos facilitados por terceros y no ha incluido un análisis de las papeletas usadas en la votación, lo que ha socavado la credibilidad de las afirmaciones del correísmo.
A pesar de las declaraciones del correísmo sobre la posible vulnerabilidad del proceso electoral, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha informado que cualquier incidente relacionado con la tinta fue resuelto durante el recuento, sin que afectara el resultado final. La misión de la OEA observó que si bien se registraron casos aislados de confusión, estos no influyeron en el resultado global de las elecciones. En este contexto, se plantea un panorama complejo, donde la legalidad de los resultados y las acusaciones de fraude se enfrentan en el centro del debate político ecuatoriano.