La Marina de los Estados Unidos ha confirmado la pérdida de otro caza F/A-18F Super Hornet en el mar Rojo, tras un accidente ocurrido durante su aterrizaje en el portaaviones USS Harry S. Truman. Este incidente, ocurrido en la madrugada del 8 de mayo de 2025, ha dejado a la industria militar y a los analistas de defensa perplejos ante la alarmante frecuencia de fallos que ha estado padeciendo el portaaviones. La aeronave, cuyo costo asciende a 67 millones de dólares, cayó al agua, aunque los dos pilotos lograron eyectarse con vida y sufrieron solo lesiones menores. Este suceso destaca no solo la vulnerabilidad del Truman, sino también las crecientes preocupaciones sobre la eficacia de las operaciones militares de Estados Unidos en una región volátil como lo es el mar Rojo.
Desde el inicio del año, la flota del USS Harry S. Truman ha enfrentado múltiples emergencias, incluyendo una caída de un F/A-18 en abril y una colisión previa en el mar Mediterráneo. En total, se han registrado cuatro incidentes graves en menos de seis meses, lo que pone en tela de juicio la capacidad operativa y la seguridad de la embarcación. La combinación de estos fallos ha generado inquietudes en el Departamento de Defensa, que ahora se ve forzado a reconsiderar la efectividad de los procedimientos técnicos y operativos del portaaviones, incrementando la urgencia de una exhaustiva revisión de los sistemas de mantenimiento y seguridad.
El Departamento de Defensa ha lanzado una investigación formal que busca desentrañar las causas de estos accidentes. Este análisis se enfocará en los posibles patrones de fallo y las deficiencias en los procedimientos del portaaviones y su tripulación. Además, se examinarán los sistemas de comunicación y coordinación entre las fuerzas aéreas y marítimas, especialmente tras el incidente de diciembre pasado, donde un caza se precipitó al agua después de ser alcanzado accidentalmente por fuego amigo. Estos problemas revelan retos cruciales para el funcionamiento cohesivo de la flota en condiciones de combate.
La situación es aún más grave debido a la creciente hostilidad de las fuerzas hutíes en Yemen. El 28 de abril, estos grupos lanzaron ataques con misiles de crucero y drones contra el USS Harry S. Truman como respuesta a la intervención militar estadounidense en el conflicto yemení. Este tipo de agresiones por parte de los hutíes ha intensificado la presión sobre Estados Unidos, que se encuentra bajo el escrutinio de la comunidad internacional por sus acciones en la zona. La serie de fallos en el portaaviones podría estar minando aún más la posición de Washington en el mar Rojo, mientras que las fuerzas yemenitas continúan denunciando los efectos devastadores de los bombardeos y bloqueos.
A medida que el conflicto en Yemen se intensifica y las hostilidades en la región se agravan, la pérdida del F/A-18F es un recordatorio sombrío de los desafíos que enfrenta la Marina de Estados Unidos. Las múltiples fallas en el USS Harry S. Truman no solo comprometen la seguridad de sus tripulantes, sino que también podrían tener repercusiones significativas en la estrategia militar estadounidense en el Medio Oriente. Con cada incidente, la credibilidad de la Marina y su capacidad para llevar a cabo operaciones decisivas en contextos de conflicto se ve sacudida, lo que plantea cuestiones urgentes sobre la integridad de su flota y su preparación para el futuro.