El director del Hospital Regional de Concepción (HRC), Claudio Baeza, confirmó este jueves a Cooperativa que se abrió una investigación sumaria por la denuncia «de un funcionario en contra de otro funcionario» por la supuesta contaminación de alimentos con «elementos extraños».
Aunque circula como un reguero de pólvora el rumor de que esos elementos serían vidrio molido, guantes de goma e, incluso, desechos biológicos, el jefe del recinto aclaró que no existen antecedentes ni hallazgos de esto tras la inspección de la Seremi de Salud.
«Como dirección, no tenemos denuncias formales con pruebas respecto a la aparición o la manipulación de alimentos que llegan a los funcionarios o a los pacientes. Lo único que tenemos es una denuncia de un funcionario en contra de otro funcionario de manera escrita que nos obliga, como es parte del estatuto administrativo, a realizar las investigaciones», señaló Baeza.
El director explicó que el miércoles 17 de abril se ingresó «una denuncia al interior de la central de alimentación de que se estaban introduciendo elementos extraños en la alimentación, en el proceso de alimentación de alimentos. Al tomar conocimiento de aquello, iniciamos el sumario administrativo correspondiente y se tomaron las medidas de control y resguardo necesarios».
Ese sumario, dijo, empezó el jueves 18.
«Hoy día recibimos la visita de la autoridad sanitaria que hizo una fiscalización a la central de alimentación, no encontrando ninguna evidencia que lleve a cerrar la alimentación o que hayan encontrado algún proceso que sea extraño o de contaminación de los alimentos. Hay medidas de infraestructura que tenemos que mejorar, pero -como lo dijo la seremi de Salud en su fiscalización que nos hizo hoy día- no existe ningún elemento que indique que haya una contaminación de los alimentos», afirmó.
Sin perjuicio de ello, y «dadas las denuncias que se han efectuado», Baeza anunció que igualmente se han «reforzado las medidas de control, de evaluación, de las distintas preparaciones que se producen en nuestra central de alimentación», con el objetivo -agregó- de «generar la seguridad y la tranquilidad de que los productos que estamos elaborando en la central de alimentación son absolutamente aptas para el consumo».