En el mundo empresarial actual, la capacidad de detectar y corregir errores es crucial para el éxito. Las empresas, especialmente aquellas del sector financiero, deben estar preparadas para manejar las quejas de los clientes de manera efectiva. Un retraso en la aprobación de un préstamo puede no solo frustrar al cliente, sino también consumir valiosos recursos del servicio al cliente. Por eso, es vital realizar un análisis exhaustivo de la causa raíz de estos problemas, como lo ha implementado el Banco de Queensland en Australia, que enfrenta el reto de atender a 1,4 millones de clientes con un equipo limitado de empleados.
Para optimizar este proceso, el Banco de Queensland ha adoptado un método de análisis que se enfoca en identificar los riesgos pasados por alto y prevenir errores costosos en el futuro. Bernadette Demasi, jefa de programas de socios del banco, enfatiza que este análisis es esencial para mantener altos estándares de satisfacción del cliente y eficiencia operativa. Sin embargo, este enfoque tradicional puede ser intensivo en recursos, lo que llevó a la institución a colaborar con investigadores de Microsoft para explorar la aplicación de inteligencia artificial (IA) en la mejora de estos procesos.
Los investigadores de Microsoft implementaron el uso de Copilot, una herramienta de IA, en un grupo de analistas del banco para determinar si esta tecnología podría acelerar la identificación de problemas. En un experimento, 14 analistas tuvieron acceso a Copilot, mientras que un grupo de control de 21 no lo tuvo. Se les pidió que analizaran un evento simulado de riesgo, y los resultados fueron sorprendentes: aquellos que utilizaron Copilot completaron su análisis un 51.8% más rápido que sus colegas sin acceso a la IA, demostrando el potencial de la tecnología para optimizar tareas complejas.
Además de la velocidad, los analistas que usaron Copilot también reportaron una mejora en la calidad de su trabajo. Más del 93% de los participantes consideraron que la herramienta mejoró la calidad de sus análisis, y un tercio de ellos encontró la tarea menos agotadora. Esto sugiere que la IA no solo acelera el proceso, sino que también reduce la carga cognitiva, permitiendo que los empleados se concentren en tareas de mayor valor. Estos hallazgos subrayan la importancia de integrar la tecnología de manera efectiva en el entorno laboral.
Las implicaciones de estos resultados son significativas para el Banco de Queensland y, potencialmente, para otras empresas en el sector. Se estima que equipar a mil empleados con Copilot podría incrementar la productividad de tal manera que equivaldría a añadir 120 nuevos empleados. Esto resalta cómo la inteligencia artificial puede transformar la operación de las empresas y permitirles superar las limitaciones de recursos. Sin embargo, los expertos advierten que es esencial no solo proporcionar acceso a la IA, sino también ofrecer capacitación y orientación para maximizar su efectividad en el lugar de trabajo.