La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha tomado una decisión contundente al iniciar un procedimiento administrativo sancionador contra Sartor Administradora General de Fondos S.A. (en liquidación) y ocho de sus altos ejecutivos. Este anuncio, realizado el martes, pone de manifiesto la estrecha vigilancia que la CMF ejerce sobre las prácticas del mercado financiero, especialmente en situaciones que puedan comprometer la confianza pública. Con este movimiento, la CMF busca preservar los intereses de los inversionistas, deteniendo potenciales violaciones a la normativa financiera.
Los exdirectores de Sartor AGF, entre los que se destacan figuras como Pedro Pablo Larraín y Alfredo Harz, enfrentan serias acusaciones de negligencia en su deber fiduciario para con los fondos que administraban. Según la información proporcionada por la Unidad de Investigación de la CMF, la administradora habría operado con una falta de diligencia alarmante, lo que habría afectado negativamente a los aportantes. Esta situación es particularmente preocupante, ya que ocurrió antes de la intervención de la CMF en la firma a finales de 2024, periodo en el cual la administradora ya se encontraba en serios problemas financieros.
Dentro de las acusaciones, se destaca que Sartor AGF habría proporcionado información engañosa tanto al mercado como a la propia Comisión, lo que contraviene las leyes dedicadas a la transparencia financiera. Las declaraciones financieras de los fondos sustancialmente no reflejaban la realidad económica de la firma, lo que a su vez podría haber influido en la toma de decisiones de los inversionistas. Esto pone de relieve la importancia de la veracidad en la información financiera y las graves consecuencias que conlleva su manipulación.
Los exdirectores no solo enfrentan cargos individuales por su gestión deficiente, sino que también están implicados en un esquema mayor que incluye la falta de separación de funciones entre la administración de inversiones y la asesoría financiera. Esta falta de distinción ha sido citada como una de las principales violaciones a la normativa por parte de la CMF. Este conflicto de interés pone en duda la objetividad de las decisiones tomadas, lo que podría haber agravado aún más la situación financiera de los fondos administrados.
El caso de Sartor AGF y sus ejecutivos subraya la necesidad urgente de que las entidades reguladoras mantengan un control riguroso sobre la conducta del mercado financiero. A medida que avanza el procedimiento sancionador, la CMF continúa reafirmando su compromiso de proteger a los inversionistas y la integridad del sistema financiero en Chile. Este caso no solo se convierte en un punto de atención mediática, sino que también podría sentar un precedente importante sobre la responsabilidad de las administradoras de fondos y sus directivos.