El exgobernador venezolano Henrique Capriles ha calificado de «dantesco» el reciente anuncio del Gobierno de Estados Unidos sobre el envío de más de 100 migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo, en Cuba. Esta medida ha generado una ola de críticas y preocupaciones entre los defensores de los derechos humanos, quienes argumentan que calificar a estos migrantes como delincuentes es no solo injusto, sino también una generalización peligrosa que ignora las circunstancias desesperadas que enfrentan muchos de ellos. Capriles subrayó que la mayoría de estos migrantes están buscando un futuro mejor para ellos y sus familias, huyendo de la crisis humanitaria que ha afectado a Venezuela durante más de 25 años.
Durante su declaración, Capriles cuestionó la falta de transparencia en los criterios utilizados por el gobierno estadounidense para considerar a estos migrantes como criminales. «Es inaceptable calificar a todos los migrantes como delincuentes», enfatizó, destacando que muchos de ellos simplemente intentan escapar de una situación insostenible en su país. La crisis económica, social y política en Venezuela ha llevado a millones de personas a buscar asilo y oportunidades en el extranjero, y criminalizar a estos individuos solo agrava su sufrimiento.
El exgobernador también hizo hincapié en la importancia de respetar los derechos humanos de todos los migrantes. Recordó que Guantánamo ha sido objeto de críticas internacionales por las condiciones inhumanas a las que han sido sometidos los prisioneros en esa instalación. Capriles instó a las autoridades estadounidenses a reconsiderar su enfoque hacia los migrantes venezolanos y a garantizar que se respeten sus derechos, independientemente de su estatus migratorio.
Según informes de medios estadounidenses, la administración de Donald Trump ha adoptado una postura dura en relación con la migración irregular, vinculando a los migrantes venezolanos con la peligrosa banda criminal conocida como Tren de Aragua. Esta asociación ha generado aún más temor entre las comunidades migrantes, que ven en ella una estigmatización que puede poner en riesgo sus vidas y su bienestar. Varias familias de los detenidos han defendido la inocencia de sus seres queridos, alegando que muchos fueron arrestados simplemente al asistir a citas programadas ante las autoridades migratorias.
En este contexto, Capriles hace un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a la situación de los migrantes venezolanos y para que se tomen medidas adecuadas que les brinden protección y apoyo. La diáspora venezolana ha sido un tema candente en la política global, y la forma en que se maneje esta crisis no solo afectará a los migrantes, sino también a la percepción de Venezuela en el escenario internacional.