Nicolás Castillo, exdelantero de Universidad Católica, ha emitido fuertes críticas hacia Juan Tagle, presidente de Cruzados, tras sus recientes declaraciones donde insinuó que el jugador estaba llevando a cabo una «campaña brutal» en su contra. En un claro mensaje desde sus redes sociales, Castillo no dudó en calificar al dirigente como alguien que «no sabe nada» y que recurre a las mentiras para preservar su imagen. Este enfrentamiento refleja la creciente tensión entre la exestrella del club y la cúpula administrativa del equipo, que ha estado en el centro de las polémicas en los últimos tiempos.
En su apasionado discurso, Castillo recordó momentos clave de su carrera en la UC, enfatizando que su regreso al club no fue facilitado por la dirigencia actual. El jugador evocó las exitosas temporadas que vivió, donde el equipo logró obtener un bicampeonato, resaltando el compromiso de un plantel repleto de juventud y con el ánimo suficiente para triunfar. Esto no solo simboliza su cariño por el club, sino también un intento de reivindicar su legado en una institución donde ha vivido altos y bajos.
Castillo manifestó que su intención no es la de iniciar una guerra personal, sino simplemente revelar la verdad y lo que los fervientes hinchas de la Universidad Católica tienen derecho a conocer. Según el jugador, su repentina salida del club se debió a su disposición para hablar abiertamente y solicitar mejoras que fueran en beneficio de la institución. Este acercamiento honesto a los problemas internos sugiere una profunda disconformidad con la gestión actual y un deseo de estilo de liderazgo más transparente por parte de la dirigencia.
Además, el exdelantero criticó con vehemencia la política de selección de capitanes foráneos en el equipo, cuestionando la falta de representación nacional en posiciones clave. Castillo considera que la identificación del club debería ser impulsada por jugadores que conozcan y sientan los colores de Universidad Católica, lo que plantea un debate importante sobre la dirección deportiva del club y la identificación cultural con la sociedad chilena a través de sus jugadores.
La respuesta de Nicolás Castillo a las declaraciones de Juan Tagle marca un nuevo capítulo en la relación entre la dirección del club y sus exjugadores, quienes a menudo son considerados los embajadores del legado de la institución. Con sus críticas, Castillo no solo apela a los valores y tradiciones del club, sino que también invita a una reflexión colectiva sobre la gestión y el futuro de Universidad Católica en un ambiente futbolístico que se vuelve cada vez más competitivo. El impacto de este intercambio público podría reconfigurar las expectativas tanto de hinchas como de dirigentes en el camino hacia una mejor administración y un verdadero sentimiento de pertenencia.