La película *Novocaine*, protagonizada por Jack Quaid, ha llegado a los cines españoles el 21 de marzo de 2025, generando expectativas en un público que sigue el fenómeno de los «Nepo Babies». Este término se ha vuelto popular al referirse a hijos de celebridades que, gracias a sus progenitores, encuentran una plataforma privilegiada para lanzar sus carreras en la dura industria del cine. Quaid, hijo de las estrellas Meg Ryan y Dennis Quaid, se une a la lista de actores que, como Ray Nicholson –hijo de Jack Nicholson–, han accedido a un mundo privilegiado que, si bien les proporciona oportunidades, también suscita un debate sobre el mérito y el talento individual en un campo donde el linaje puede marcar la diferencia entre el éxito y la obscuridad.
En *Novocaine*, Quaid interpreta a Nathan Caine, un hombre común que se encuentra en situaciones extraordinarias, incapaz de sentir dolor. Aunque la premisa de un protagonista que no siente dolor aparece en un contexto saturado de superhéroes, la película intenta añadir un toque cómico al enfrentar a Caine con un mundo caótico y un ritmo frenético. No obstante, la crítica señala que la trama se queda corta, con un guion que no explota al máximo la singularidad del personaje, dejando en el aire la oportunidad de desarrollar conflictos más absurdos y divertidos que mantuvieran al espectador al borde de su asiento.
El filme, dirigido por Dan Berk y Robert Olsen, marca su incursión en el cine mainstream luego de una trayectoria enfocada en producciones menos conocidas. Sin embargo, a pesar de un elenco secundario colorido que incluye a figuras como Amber Midthunder y Jacob Batalon, pareciera que el enfoque en la rapidez narrativa limita el desarrollo de personajes que podrían haber aportado más al conjunto de la historia. De hecho, algunos críticos han expresado que el ritmo acelerado de la película hace que ciertos talentos queden relegados, lo que afecta la profundidad de la narrativa y la experiencia total del espectador.
Jack Quaid, a pesar de estar bajo una sombra familiar que podría intimidar a cualquier actor, destaca con un carisma que le permite dar vida a su personaje de forma convincente. Su interpretación logra humanizar a Nathan, convirtiéndolo en un antihéroe entrañable en una comedia de acción donde la ligereza y la diversión parecen primar sobre la complejidad de la trama. Su química con Amber Midthunder resulta un punto positivo, salvando en parte los momentos más débiles del guion y aportando una dinámica genuina entre ambos personajes.
En definitiva, *Novocaine* se presenta como una opción entretenida para una tarde de ocio, aunque sufre de limitaciones narrativas que la mantienen alejada de ser un producto memorable. El filme a veces parece depender más del título familiar de sus protagonistas que de un contenido que deleite a los cinéfilos en busca de una experiencia enriquecedora. De todos modos, la mezcla de acción, humor y la visión de nuevos directores en el panorama cinematográfico son elementos que, si bien no llevan a la película a la grandeza, demuestran que siempre hay espacio para la diversión en el cine.