El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha declarado en Moscú que es una «locura» que la Unión Europea esté rearmándose y destinando recursos a la guerra entre Ucrania y Rusia. Durante su discurso, Lula manifestó su preocupación por el hecho de que países como Inglaterra y Japón también están aumentando sus capacidades militares en medio de un clima de incertidumbre y conflicto global. El mandatario brasileño enfatizó que, en lugar de invertir billones de dólares en armamento, el mundo debería concentrarse en áreas críticas como la educación, la salud y la lucha contra el hambre.
En su encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, Lula reiteró la postura de Brasil, que se opone a la ocupación territorial. El presidente brasileño ofreció la intermediación de su país en las negociaciones, como parte de un esfuerzo conjunto con China y otras naciones que buscan ser agentes de paz en el conflicto. Según Lula, «estamos dispuestos a colaborar en las negociaciones, siempre que ambos países deseen nuestra participación», subrayando la importancia de la mediación internacional para resolver el conflicto.
Lula también abordó la historia difícil de Rusia, recordando la devastación que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial, donde el país perdió cerca de 26 millones de personas. En su discurso, el presidente brasileño resaltó la necesidad de recordar estos sacrificios y evitar que la historia se repita, al advertir sobre el resurgimiento de ideologías peligrosas como el nazismo. Afirmó que es crucial promover la paz y evitar que el mundo se sumerja en otro conflicto devastador.
En un giro hacia la política internacional, Lula criticó las medidas proteccionistas adoptadas por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, que aumentaron los aranceles a las importaciones. Lula argumentó que estas políticas perjudican el comercio global y socavan la cooperación internacional. En este contexto, hizo un llamado al fortalecimiento del multilateralismo, proponiendo un comercio más justo que beneficie en particular a los países más vulnerables y en desarrollo.
Finalmente, el presidente brasileño concluyó su alocución instando a que las naciones se unan para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos actuales. Lula enfatizó la importancia de un diálogo constructivo y de la colaboración internacional para abordar los desafíos globales que van más allá de la guerra, tales como la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos. La visión de Lula se perfila como una llamada a la acción para que la comunidad internacional redistribuya sus prioridades hacia el bienestar humano.