La salud de las mujeres ha sido un campo en rápida evolución, particularmente en el ámbito de las startups que desarrollan tecnología innovadora. En los últimos cinco años, estas empresas han recaudado más de $5 mil millones en financiamiento para crear una serie de productos diseñados específicamente para mujeres, como bombas de leche conectadas y rastreadores de períodos. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en financiamiento, el mercado se ha vuelto cada vez más competitivo y ajustado, lo que ha llevado a movimientos estratégicos entre los líderes de la industria.
Una de las noticias más destacadas correlacionadas con esta consolidación es la reciente adquisición de Elvie por parte de Willow. Willow, con sede en San Francisco, se ha hecho un nombre por su innovadora bomba de leche portátil, mientras que Elvie, originaria de Londres, comenzó enfocándose en entrenadores de Kegel inteligentes y ha expandido su oferta a productos como bombas de leche y un moisés. Este acuerdo llega en un momento crítico para Elvie, que enfrenta problemas administrativos tras haber recaudado más de $186 millones durante su trayectoria.
Los términos del acuerdo entre ambas compañías no han sido revelados aún, pero las conversaciones se han intensificado a medida que Elvie llega al final de su ciclo operativo. La CEO de Willow, Sarah O’Leary, comentó que la transacción se está concretando después de meses de expectativas y negociaciones. En él, se espera que Willow asuma no solo el negocio de Elvie, sino también a su equipo de 170 empleados en Londres y Bristol, aunque algunas de estas personas ya están en períodos de preaviso, lo que podría alterar la dinámica del equipo.
Más allá de la adquisición, el desafío para Willow y Elvie refleja una tendencia más amplia en el sector de la salud de las mujeres, que se espera que llegue a ser un mercado de 60 mil millones de dólares este año. Sin embargo, las startups en este sector han tenido que lidiar con un entorno muy complicado, con muchas de ellas sin oportunidades de salida. La competencia también se ha intensificado, con una inundación de productos similares y más económicos, lo que complica aún más la posición de firmas como Elvie, que han luchado contra infracciones de patentes y un entorno de mercado agresivo.
Por lo tanto, la adquisición podría ser un paso crítico para que Willow construya una plataforma más amplia y potencie su capacidad de competencia. O’Leary ha expresado el deseo de demostrar que los productos de ‘femtech’ no son solo buenas historias, sino también oportunidades de negocio rentables. Con la convergencia de la tecnología y la salud de las mujeres, la atención está centrada en si Willow podrá capitalizar estas oportunidades yiguar la eficiencia económica en un sector que necesita estabilidad en un clima de inversión desafiante.