Durante el 29 Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba, realizado en el Centro Cultural Futurama de la Ciudad de México, se emitió un llamado enfático a la unidad entre los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe. Este encuentro, que reunió a más de 230 delegados de 24 entidades del país, buscó responder a lo que los participantes identificaron como una política de desestabilización sistemáticamente promovida por Estados Unidos en la región. Los delegados, que incluían activistas, estudiantes, diplomáticos y académicos, compartieron un objetivo común de respaldo al pueblo cubano, especialmente ante el endurecimiento de las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense.
El subdirector del Centro Fidel Castro Ruz, Eliser Ramírez Cañedo, destacó en su intervención que la actual situación geopolítica representa una oportunidad crucial para los pueblos de América Latina. Ramírez subrayó la necesidad de articular una unidad regional que respete la diversidad y que no se vea limitada por posturas dogmáticas. En su opinión, Cuba puede ofrecer una valiosa experiencia en este proceso, tanto por su rica historia de resistencia como por los sólidos principios de solidaridad que la han guiado a lo largo de varias décadas.
En su discurso, Ramírez Cañedo enfatizó que, incluso en los momentos más difíciles, Cuba ha mantenido una política de solidaridad activa con otros pueblos, destacando acciones concretas como el envío de brigadas médicas a diversas regiones del mundo. Sin embargo, señaló que estas iniciativas han sido blanco de campañas de desprestigio internacional que buscan socavar la imagen del país. Según él, el ataque a los médicos cubanos es un intento de desvirtuar un símbolo poderoso de la solidaridad humanitaria, ya que estas brigadas representan una alternativa ética frente a la lógica utilitaria de las grandes potencias.
El subdirector hizo hincapié en que resulta inaceptable para ciertos sectores que una nación bloqueada y con limitados recursos, como Cuba, sea capaz de enviar personal médico a lugares donde otros países no alcanzan. Esta capacidad de respuesta, según Ramírez, desafía la narrativa de debilidad que se intenta imponer desde el exterior, y resalta el compromiso de Cuba con la salud y el bienestar global.
El evento también contó con la presencia de Mujtar Leboihi, embajador en México de la República Árabe Saharaui Democrática, quien reconoció la resiliencia del pueblo cubano. Leboihi consideró que la capacidad de resistencia demostrada por Cuba es un ejemplo inspirador para otros pueblos que luchan por su soberanía y dignidad. El embajador enfatizó la importancia de la solidaridad internacional en tiempos de agresión, reafirmando los lazos históricos que unen a estos pueblos en su búsqueda de justicia y autodeterminación.