El Consejo del Banco Central de Chile confirmó este viernes su decisión de mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en un 5%. Esta acción se produce en un contexto de creciente incertidumbre global, caracterizado por tensiones geopolíticas y nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, lo que ha llevado al ente a priorizar la cautela frente a posibles impactos adversos en la economía local. Es importante resaltar que esta medida se alinea con la evaluación que los analistas financieros anticiparon en la última Encuesta de Expectativas Económicas, donde se reveló que las expectativas de un cambio en la TPM eran escasas, manteniendo una constante que podría servir de estabilidad en el panorama financiero.
Las turbulencias en el escenario internacional han suscitado una reevaluación de las posturas monetarias globales. Según el Consejo, las previsiones económicas se han vuelto más inciertas, lo que ha llevado a la Reserva Federal de Estados Unidos a poner en pausa su ciclo de reducciones de tasas. En este contexto, el Banco Central chileno ha reiterado la relevancia de adoptar una política monetaria flexible, procurando no solo enfrentar las tensiones actuales, sino también preparar al país para un retorno a un entorno económico más predecible y estable en el futuro.
A pesar de las preocupaciones externas, el desempeño de la economía chilena ha mostrado algunos indicios de fortaleza. En el comunicado, el Consejo del Banco Central destacó que la economía ha sorprendido al alza, gracias, en gran parte, a un significativo impulso en las exportaciones y la reactivación del sector turístico. Datos positivos del mercado laboral también fueron mencionados, evidenciándose un incremento tanto en el empleo como en los salarios reales, lo que sugiere que los hogares están comenzando a recuperar su poder adquisitivo tras períodos de estancamiento.
El informe del Consejo también arroja luz sobre el estado del crédito y la inversión en Chile. Aunque no se han reportado cambios significativos en las tasas de interés otorgadas a créditos, la tendencia a la baja observada se alinea con el comportamiento de la TPM. Además, se reconoce que la Corporación de Bienes de Capital ha informado un aumento en la ejecución de proyectos de gran magnitud, indicativo de un clima de inversión que obtiene réditos positivos de la estabilidad macroeconómica actual.
A pesar de las señales optimistas en algunos indicadores, el Banco Central no deja de lado los riesgos inflacionarios que persisten. La inflación, aunque dentro de los rangos esperados en el último IPoM, sigue siendo una preocupación, lo que ha llevado a los directores del Banco a subrayar la necesidad de cautela en la conducción de la política monetaria. Con un objetivo claro de converger la inflación al 3% en un horizonte de dos años, la próxima presentación del Informe de Política Monetaria se espera que brinde más claridad sobre los pasos a seguir en medio de un entorno global incierto.