El posible traslado de cerca de 300 reos de alta peligrosidad desde la Región Metropolitana hacia el Complejo Penitenciario Biobío ha generado una ola de críticas entre congresistas y autoridades locales. Según informaciones de prensa, Gendarmería y el Gobierno estarían preparando el envío de estos internos para las próximas semanas, un movimiento que, de concretarse, podría desestabilizar la ya complicada situación de seguridad en la región. La diputada Marlene Pérez, del partido UDI, ha sido una de las voces más críticas al respecto, señalando que esta decisión podría ser un error grave con consecuencias serias para la comunidad y el sistema penitenciario local.
Pérez ha enfatizado que «Biobío no es el patio trasero de la Región Metropolitana» y ha instado al ministro de Justicia a buscar soluciones más responsables ante la crisis carcelaria que enfrenta el país. A su juicio, el gobierno no puede tratar a los internos como simples encomiendas que pueden ser trasladadas sin tener en cuenta el impacto que esto tendría en la región. Esta situación ha puesto de manifiesto la necesidad de un diálogo más efectivo entre el gobierno central y las autoridades locales para abordar de manera adecuada los problemas de hacinamiento y seguridad en las cárceles.
La diputada Karen Medina, quien también se opone al traslado, ha compartido preocupaciones similares, destacando que la cárcel El Manzano ya opera bajo condiciones críticas. Medina ha advertido que recibir a reos de otras regiones podría comprometer la seguridad del recinto y provocar conflictos adicionales entre los internos actuales. Además, ha criticado la falta de coordinación en la toma de decisiones, subrayando que Biobío no debería ser tratado como un depósito de reos de mediana y alta peligrosidad sin una consulta previa adecuada.
Las críticas no solo provienen de los congresistas, sino que también han sido respaldadas por organizaciones de gendarmes y otros actores de la seguridad pública en la región. El gobernador regional, Sergio Giacaman, ha expresado su preocupación sobre el impacto que tendría este traslado en la seguridad pública del Biobío. La región, que ya enfrenta sus propios desafíos en términos de criminalidad, podría ver exacerbada su situación si se implementa esta medida sin un plan claro y coordinado.
En un contexto donde la crisis carcelaria es un tema de debate nacional, muchos cuestionan la falta de estrategias efectivas por parte del gobierno para abordar el problema. La situación actual ha llevado a que diversas autoridades locales exijan un enfoque más integral y responsable. La comunidad del Biobío se mantiene expectante ante la posible llegada de estos reos, con la esperanza de que se tomen en cuenta sus preocupaciones antes de llevar a cabo cualquier traslado.