Los raros cactus capturados ilegalmente en el lugar más seco de la Tierra vuelven por fin a casa.
Los cactus de los géneros Copiapoa y Eriosyce crecen en las regiones áridas del norte de Chile, como el desierto de Atacama, y varias de estas especies son muy apreciadas por los coleccionistas especializados en jardinería y como plantas de interior. Sin embargo, Chile no permite la exportación de estos cactus, lo que los convierte en un objetivo popular para los cazadores furtivos.
Cientos de plantas fueron robadas de la naturaleza entre 2013 y 2019, dijeron representantes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en un comunicado el 26 de abril.
Fueron encontrados en Italia
Los funcionarios confiscaron 1.035 de los cactus comercializados ilegalmente en Italia durante dos redadas en 2020, la mayor incautación de este tipo en Italia hasta la fecha, informaron los representantes de la UICN en diciembre.
Estas redadas fueron la culminación de un esfuerzo de un año llamado «Operación Atacama», en el que las autoridades italianas y chilenas colaboraron con la UICN para recuperar las plantas robadas y enviarlas de vuelta a Chile, según el comunicado de abril.
Durante la primera redada de confiscación de cactus, en febrero de 2020, los funcionarios encontraron cientos de cactus Copiapoa y Eriosyce en Senigallia, Italia, una ciudad portuaria en la costa del Mar Adriático.
Nueve meses más tarde, en noviembre de 2020, la Operación Atacama recuperó 171 plantas más en Rimini, Italia: 80 de Chile, 89 de México y dos de Estados Unidos, dijo la UICN en diciembre.
Algunos cactus murieron
No todos los cactus recuperados sobrevivieron a la misión de rescate, y 107 murieron antes de poder ser devueltos a Chile; otros 84 se quedan en Italia, en el Jardín Botánico Città Studi de Milán, para que los estudien los investigadores.
Las 844 plantas chilenas restantes regresaron a su país de origen el 19 de abril, y serán reubicadas en su hábitat natural tras un periodo de cuarentena, para asegurarse de que no son portadoras de plagas o enfermedades invasoras que podrían propagarse a otras plantas del desierto chileno, según la UICN.
Estaban evaluados en US$1,2 millones
Muchas especies de cactus crecen en América, pero también se encuentran en países mediterráneos, Australia y Sudáfrica. Los cactus Copiapoa y Eriosyce de Chile, que se encuentran entre los más raros del mundo, pueden alcanzar hasta 1.500 dólares por planta en el mercado negro de Europa y Asia, según la UICN.
La colección recuperada por la Operación Atacama está valorada en 1,2 millones de dólares, según informó el New York Times el 20 de mayo.
Los cactus tienen muchas formas llamativas, desde el alto saguaro (Carnegiea gigantea) del desierto de Sonora hasta el Copiapoa dealbata de Chile, que es un cactus de espinas largas. Muchas especies de cactus sólo crecen en escasa abundancia en áreas geográficas reducidas, lo que hace que las plantas sean «extremadamente atractivas para los coleccionistas» de todo el mundo, dijo la UICN en diciembre.
La terrible caza de cactus
Según el Times, el comercio de cactus recolectados ilegalmente suele realizarse a la vista de todos, con suculentas cazadas furtivamente que se exponen en tiendas de plantas, se anuncian en las redes sociales y se venden en mercados en línea.
«Los cazadores furtivos a veces transmiten videos desde el campo, preguntando a los clientes qué plantas quieren», informó el Times.
Los cactus soportan condiciones extremadamente secas y extremos de calor y frío, pero su mayor amenaza es la actividad humana. Además de la caza furtiva, el desarrollo de los ecosistemas desérticos de los cactus desarraiga y transforma sus hogares para hacer sitio a granjas, ranchos, residencias e industrias.
Hasta la fecha, unas 2.000 especies de las 10.000 conocidas en todo el mundo están amenazadas de extinción en la naturaleza, según informó recientemente la UICN.