El pasado domingo, un espectáculo creativo realizado en el Buinzoo se tornó en un trágico incidente, cuando un felino serval atacó a una guacamaya roja frente a un grupo de niños en una demostración educativa. Este momento, que fue capturado en video por asistentes al evento, rápidamente se volvió viral en redes sociales, generando un intenso debate sobre la seguridad de las exhibiciones de animales. La situación se descontroló cuando un cuidador intentó separar al serval del ave, mostrando la angustia del personal del zoológico mientras trataba de contener el pánico entre los espectadores.
De acuerdo con la versión oficial proporcionada por el Buinzoo, el suceso ocurrió cuando la guacamaya salió de su «línea natural de presentación» y, al intentar volar hacia la mano de su cuidador, fue interceptada por el serval. Este ataque, que sorprendió tanto a los responsables del espectáculo como a los asistentes, resultó en graves heridas para el ave. A pesar de que el equipo de Bienestar Animal actuó con celeridad llevándola al hospital veterinario, lamentablemente el guacamayo falleció pocas horas después del incidente.
El incidente ha suscitado críticas sobre la organización y los protocolos de seguridad en el manejo de animales en cautiverio. Al respecto, el director ejecutivo del Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces de Chile, Mauricio Del Valle, subrayó la peligrosidad de permitir la interacción entre un depredador y su presa dentro de un mismo recinto. Del Valle argumentó que incluso los animales adiestrados no pierden su instinto de ataque, y pueden ser impulsados a actuar por el movimiento de otras especies. Estas preocupaciones reflejan la necesidad de una revisión exhaustiva de las regulaciones que rigen estas actividades.
En respuesta al suceso, el Buinzoo emitió un comunicado lamentando la pérdida del guacamayo y afirmó estar comprometido en revisar y fortalecer sus protocolos para evitar que tragedias semejantes ocurran en el futuro. Esta no es la primera vez que un accidente con animales de exhibición genera polémica; sin embargo, los acontecimientos del domingo han puesto en el centro de atención la importancia de la seguridad tanto de los animales como de los espectadores, especialmente cuando se trata de actividades dirigidas a niños.
La normativa que regula este tipo de exhibiciones, según la Ley 19.473, establece una serie de condiciones que deben cumplirse para asegurar el bienestar de los animales y la seguridad del público. Sin embargo, la tragedia ocurrida en el Buinzoo pone de manifiesto la urgencia de que las autoridades competentes, como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), intensifiquen sus labores de fiscalización. La conmoción generada por el ataque del serval ha servido como un llamado para que todos los involucrados en el manejo de fauna silvestre evalúen con seriedad la viabilidad de los espectáculos que ofrecen.