La Unión Europea ha avanzado en su confrontación con Apple al enviar instrucciones preliminares sobre la implementación de la Ley de Mercados Digitales (DMA) por parte del gigante tecnológico. La Comisión Europea ha destacado la necesidad de que Apple permita la interoperabilidad entre sus dispositivos y aquellos de terceros, asegurando acceso a funciones clave de conectividad que hasta ahora estaban reservadas exclusivamente para su uso. Entre estas funciones se encuentran la conectividad Wi-Fi de igual a igual, NFC y el emparejamiento de dispositivos, lo que promete mejorar la integración de productos de terceros, como auriculares y dispositivos vestibles, con el ecosistema de Apple, ofreciendo así más opciones a los consumidores europeos.
En este contexto, Google podría verse favorecido al tener la oportunidad de desarrollar una funcionalidad similar a AirDrop que funcione no solo con productos de Apple, sino también con dispositivos Android. Además, los fabricantes de auriculares podrían beneficiarse de la posibilidad de hacer que su tecnología, como SharePlay, sea compatible con iPhones, algo que actualmente está limitado a los AirPods de Apple. Esta apertura es parte de un proceso más amplio que busca garantizar la equidad en el mercado digital, presentado por la Unión Europea como un paso hacia la creación de un campo de juego más equilibrado entre los fabricantes de tecnología.
La UE ya había iniciado procedimientos de especificación en septiembre, a raíz de la preocupación por el monopolio de Apple en el acceso a funciones esenciales de conectividad. La Comisión insta a Apple a facilitar a los desarrolladores de aplicaciones de terceros el acceso a documentación técnica adecuada y a establecer canales de comunicación efectivos para suavizar este proceso. Con la designación de Apple como ‘guardiana’ bajo la DMA, la compañía ahora tiene la responsabilidad legal de proporcionar acceso equitativo a sus plataformas, y el incumplimiento de estas normativas puede resultar en sanciones significativas, que pueden alcanzar hasta el 10% de su facturación anual global.
A pesar de estos requerimientos regulatorios, Apple ha expresado sus preocupaciones, argumentando que las nuevas leyes podrían perjudicar sus capacidades de innovación y llevar incluso a comprometer la seguridad y privacidad de los datos de sus usuarios. La compañía sostiene que los requisitos de interoperabilidad la obligarían a exponer datos sensibles a terceros, incluyendo información personal a desarrolladores externos, lo que podría llevar a un uso indebido de la información. Apple ha criticado abiertamente estas medidas, describiéndolas como una interferencia perjudicial por parte de la UE, que podría poner en riesgo la eficiencia de sus operaciones en el mercado europeo.
Las críticas de Apple han sido recibidas con un eco de respaldo por parte de algunos desarrolladores de la industria, que han denunciado las limitaciones impuestas por Apple en cuanto a la interoperabilidad. Eric Migicovsky, fundador de Pebble, ha destacado las dificultades que experimentan los fabricantes de relojes inteligentes para competir contra el Apple Watch, señalando que la falta de acceso a ciertas API impide que sus dispositivos ofrezcan experiencias comparables. La situación plantea un dilema para la empresa, que, bajo la presión de la UE, deberá encontrar un equilibrio entre salvaguardar sus intereses comerciales y fomentar la innovación en el mercado, mientras los nuevos estándares de interoperabilidad comienzan a tomar forma.