Jorge Durán, un parlamentario cuya trayectoria ha estado marcada por la controversia y el misterio, se encuentra en el ojo del huracán tras ser denunciado por maltrato, acoso sexual y violación por parte de una ex pareja. Desde sus inicios como concejal en Cerro Navia en 2008, Durán ha sido descrito como un personaje enigmático y díscolo dentro de su partido, Renovación Nacional (RN). Su estilo político no ha sido el más convencional, y su visión del trabajo legislativo ha generado desconfianza entre sus colegas, quienes lo consideran ausente y distante. La reciente denuncia ha puesto en tela de juicio no solo su carrera política, sino también su carácter y comportamiento en el ámbito personal, lo que ha llevado a su partido a suspender su militancia mientras se lleva a cabo la investigación judicial correspondiente.
Nacido en el sector poniente de Santiago, Durán ha desarrollado una vida marcada por el emprendimiento, siendo dueño de la popular discoteca Costa Mundano en Cerro Navia. A pesar de sus raíces humildes, ha logrado acumular un patrimonio considerable, que incluye 22 propiedades en diversas localidades. Sin embargo, su carrera política ha sido una montaña rusa; comenzó como concejal independiente por el PPD, pero su camino lo llevó a RN, donde su estilo poco ortodoxo ha generado fricciones con otros legisladores. En su postulación como diputado en 2017, logró un sorprendente 24,99% de los votos, aunque su desempeño ha sido criticado por su falta de participación activa en la Cámara.
Los que han trabajado con Durán a lo largo de los años coinciden en que su actitud dentro del Congreso ha sido problemática. A pesar de haber sido considerado un «protegido» por algunos miembros de RN, su falta de conexión con otros diputados y su tendencia a actuar de manera independiente han levantado cejas. Sus propuestas, a menudo consideradas absurdas por sus colegas, como la penalización de orinar en la vía pública, y su oposición a decisiones de la bancada, han reforzado la imagen de un político aislado y poco cooperativo. Estas tensiones se intensificaron cuando se supo que había apoyado públicamente los retiros de fondos de pensiones, una postura que contradice la línea oficial de su partido.
Durán no solo enfrenta un reto en su carrera política, sino que también ha sido objeto de sospechas en cuanto a su comportamiento personal. En 2022, su ausencia a un test de drogas obligatorio en la Cámara llamó la atención, ya que optó por realizarse el examen en un laboratorio privado, lo que generó críticas sobre la transparencia de sus acciones. Además, su historial de ausencias y licencias médicas ha alimentado las dudas sobre su compromiso y seriedad como representante del pueblo. La combinación de su estilo de vida, su enfoque en el emprendimiento y su reciente serie de controversias han complicado aún más su situación política, poniendo en peligro su futuro en el servicio público.
La situación de Jorge Durán refleja una crítica más amplia al sistema político chileno, donde las conexiones y el emprendimiento pueden influir en la carrera de un político, a menudo en detrimento de la ética y la responsabilidad. A pesar de sus afirmaciones sobre la importancia de apoyar a los emprendedores, su trayectoria ha estado marcada por escándalos y ausencias que han dejado un sabor amargo entre sus electores. Con el futuro de su carrera política en juego y las acusaciones en su contra, Durán se enfrenta a un complicado camino hacia la redención, tanto en el ámbito personal como en el político. La comunidad de Cerro Navia, que alguna vez lo vio como un emprendedor exitoso, ahora debe reconsiderar su confianza en un hombre que ha caído de la gracia tras graves acusaciones.