¿Quién es Cristián Briones Maira?
Como nos enseñó el padre Fernando Montes SJ cuando egresé de cuarto medio, Cristián Briones trata de ser un cristiano, que estudió ingeniería comercial y que ha enfocado su vida en lograr tres cosas. Primero ser un ser integral y feliz, llevando esa alegría de vivir a su familia y tratando de dejar el mundo un poco mejor que lo que lo encontró y con dos regalos maravillosos (sus hijos). En segundo lugar buscando ejercer su trabajo para lograr el crecimiento de los activos que le son confiados, la mejor rentabilidad actual y futura para su empresa y ser un instrumento para el crecimiento de todos los que trabajan conmigo, y finalmente tratando de ser una persona que mezcla lo profesional y lo humano en todo lo que hace, entendiendo que las personas son el centro de cualquier negocio o relación profesional, y que no es posible construir una verdadera ventaja competitiva si no nos preocupamos sinceramente de ser líderes comprometidos con el éxito de todos los quienes trabajan en una organización.
¿Cuál es tu cargo y labor en la UCM?
Actualmente soy gerente comercial en UCM. A pesar de ser una empresa con 34 años de historia, cuando llegué hace 9 años, me encomendaron construir un área comercial (que no existía), y las políticas comerciales que guiarán el devenir futuro de la compañía. En este tiempo he construido políticas, estrategias, desarrollado canales de venta y retención de clientes, enfocado los presupuestos de gastos y aumentado la eficiencia en ventas, logrando disminuir los egresos en casi un 50% y aumentando la eficiencia de la venta por peso ingresado en cerca de un 150%.
Actualmente, estamos desarrollando el proyecto que pretende establecer el negocio futuro de la empresa, reenfocando las áreas de negocio, redefiniendo la cartera de productos, las políticas de precio y adecuando la empresa al entorno competitivo en que nos desenvolvemos.
¿Por qué elegiste ese curso en tu carrera: Ing. Comercial, MBA, dirección comercial, marketing?
Lo de ingeniería comercial obedeció al temprano descubrimiento de lo mucho que me interesaba ayudar al resto, y las facilidades que tenía en los procesos de liderazgo. Además encontraba genial la mezcla entre ciencia exacta y social que tiene la ingeniería comercial, así como la adrenalina de tener que tomar decisiones en ambientes cambiantes permanentemente. En la práctica queda muy poco tiempo para aburrirse.
El foco a la dirección comercial lo definía, según mi estrategia de carrera, luego de haber pasado por el área comercial, financiera y de recursos humanos en mis primeros tres empleos. En ese momento, cinco años después de mi titulación, estudié mi master en Dirección comercial y marketing en el IEDE, una escuela con una formación muy orientada al hacer y desarrollar habilidades ejecutivas, de toma de decisiones y de liderazgo. Aproximadamente 7 años después decidí que requería dar un nuevo impulso a mis conocimientos y tomé el MBA de la UC, buscando actualizar mis conocimientos en el área de gestión de negocios y una sólida base académica que me permitiera aprovechar a fondo los años de experiencia que había adquirido. El tiempo me ha demostrado que tenía razón.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado a lo largo de tu carrera profesional?
Son variados. Si tuviera que escoger los tres más relevantes diría que el primero consistió en el año de servicio que hicimos con mi mujer cuando nos casamos en una zona mapuche del sur de Chile. Aún recuerdo cuando Felipe Berrios SJ, me invitó a participar y me dijo que sería el mejor MBA que pudiera tener (lo que efectivamente sucedió), ya que tuve que aprender a manejarme con presupuestos muy restringidos, a desarrollar negocios que no conocía con gente que no conocía y que tenía más ganas que conocimiento y a desarrollar una autodisciplina y capacidad de gestión que hasta el día de hoy han sido determinantes. Mi segundo gran desafío fue el terrible accidente de Daniela García cuando trabajaba en EFE. Con esa experiencia aprendí a sobre llevar las experiencias de grandes crisis, aprendí muchísimo de comunicación y marketing y me permitió conocer a profesionales que se comprometían con mucho más que sus obligaciones mínimas, que sufrían por el accidente, por las personas involucradas y que estaban dispuestos a luchar hasta las últimas consecuencias por ser coherentes con sus creencias y convicciones morales. Finalmente la creación y desarrollo del nuevo foco de negocio de UCM, el que comencé a gestar cuando llevaba un par de años en la empresa y que no fue sino hasta el ingreso de dos socios nuevos que encontré el compromiso de la alta dirección con mi proyecto y en que he podido, durante este último año construir el proyecto que tanto quería y buscaba, El desafío ha sido profesional y humano, ya que ha habido que impulsar un cambio de cultura e invitar a la organización a abrazar el cambio, construyendo un liderazgo en 360, desarrollando mucha resiliencia, tolerancia a la frustración y capacidad de solucionar problemas permanentemente, buscando construir los objetivos generales antes que los personales.
¿Es hacer clases una pasión o además existe un beneficio para el profesor? ¿Cuál(es)?
Definitivamente son ambos. Alguna vez dije en voz alta a mí mismo: «Cristián Briones Maira, debes seguir lo que te apasiona. Lucha por ello».Creo que lo de las clases es algo que creo que viene desde los genes, ya que mi papá fue profesor de filosofía toda la vida y simplemente me encanta la oportunidad que me brinda de poder conocer ideas jóvenes, mentes diferentes y ver como la relación con mis alumnos se va construyendo en el tiempo. Con muchos de ellos he tenido la oportunidad posterior de trabajar en conjunto en empresas y fundaciones.
En segundo lugar, es innegable que para tratar de ser un buen profesor es indispensable estar permanentemente preocupado de perfeccionarme y enfocado en aprender nuevas técnicas, conceptos y habilidades para poder transmitírselas a mis alumnos. Esta convicción me obliga a seguir mejorando y me da la posibilidad de crecer permanentemente.
Si tuvieras que dedicarte a algo que no fuese esta área, algo totalmente distinto: ¿Qué sería y por qué?
Definitivamente me enfocaría a la medicina alternativa. Actualmente soy terapeuta floral (en forma absolutamente aficionada) lo que me ha permitido acceder a una nueva forma de filosofía y acceder a un universo de conocimiento que ha sido apasionante y me ha permitido ayudar a otros obligándome a conocerme mejor, y a estar buscando permanentemente mi equilibrio personal y espiritual, lo que claramente me ha ayudado en todos los ámbitos de mi vida.
¿Cuáles son los principales desafíos en esta industria con la irrupción de las nuevas tecnologías?
Actualizarse y entender que las tecnologías no son respuesta a transformarse en un mejor negocio, sino que siguen siendo las personas (y estoy convencido que cada vez lo serán más) el factor clave para diferenciarnos, construir valor y cumplir con nuestras obligaciones financieras y sociales.
Por otro lado, las tecnologías nos están llevando a tener que entender una nueva forma de hacer medicina, cada vez se va acabando más la relación médico-paciente y va tornándose en una relación médico-cliente, lo que genera una serie de síntomas de estrés en los médicos y en las organizaciones que trabajamos con ellos.
Finalmente, la tecnología debe ser una nueva herramienta para ayudar a nuestros clientes, debemos ser capaces de utilizarla para darles tranquilidad y confianza de que en todo momento están siendo cuidados y protegidos por un grupo de médicos y profesionales que saben hacer su trabajo y se preocupan de ellos con la personalización y profundidad que nos brindan las nuevas herramientas tecnológicas.