Chile ha alcanzado un hito histórico en su demografía al registrar una Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 1,16 hijos por mujer durante su vida fértil, lo que representa la cifra más baja en la historia del país. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), con datos de 2023, esta tasa se ubica muy por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 hijos, lo que subraya una preocupante tendencia a la baja en los nacimientos. Esta caída de la natalidad refleja un cambio estructural en la sociedad chilena que podría tener profundas implicaciones en la economía y la sostenibilidad del sistema de pensiones en el futuro.
Desde el año 1992, la tasa de fecundidad en Chile ha disminuido un 53,7%, lo que señala una transición alarmante hacia un envejecimiento poblacional sin precedentes. En la actualidad, Chile se encuentra entre los 14 países con las tasas de fecundidad más bajas del mundo, lo que plantea desafíos tanto a corto como a largo plazo. Con menos niños naciendo, los Planificadores de Políticas Públicas se enfrentan a la necesidad de diseñar estrategias que puedan fomentar el crecimiento demográfico y, a la vez, sostener la productividad del país en medio de un creciente número de personas mayores.
El informe del INE también destaca que fewer children are being born—evidencia del descenso continuado de los nacimientos en Chile. En 2023 se registraron 174.067 nacimientos, un 8% menos que en 2022, y un notable descenso del 37,6% en comparación con las cifras de 1992. Este fenómeno es resultado, entre otros factores, del cambio en la percepción social respecto a la maternidad, donde más mujeres optan por tener menos hijos o postergar la maternidad por motivos laborales y económicos.
Otro punto significativo del informe es el retraso en la edad materna, evidenciado por el aumento en la Tasa Específica de Fecundidad (TEF) en mujeres de entre 30 y 34 años. Este grupo demográfico muestra la mayor tasa de natalidad, lo que contrasta con 1992, donde la franja etaria más activa era de 25 a 29 años. La maternidad adolescente también ha disminuido, lo que refleja un cambio en las dinámicas familiares y sociales de las nuevas generaciones. Este fenómeno puede ser indicativo de un mayor acceso a la educación y métodos de planificación familiar.
Además, el número de nacimientos de madres extranjeras en Chile ha ido en aumento, constituyendo el 18,9% de los nacimientos en 2022, comparado al 6,9% en 2017. La predominancia de nacimientos de madres venezolanas, peruanas y haitianas plantea la cuestión de cómo Chile integre a estos nuevos miembros en su sociedad. Mientras el país enfrenta una baja en su tasa de fecundidad, la llegada de familias extranjeras podría jugar un papel clave en el equilibrio demográfico, adaptándose a los cambios que demanda el futuro cercano.