Al momento de decidir cómo queremos vivir nuestra jubilación, es necesario desglosar ambos planes de pensiones para entender cuál conviene más.
No es fácil hablar de jubilaciones en Chile. Siempre ha sido un tema complejo, cargado de incertidumbre y decisiones importantes que marcarán nuestro futuro una vez que nos retiremos.
En este sentido, entender las modalidades de pensión en nuestro país también puede resultar complicado, pero es algo que debemos sortear considerando las dificultades que trae la vejez.
Luego de trabajar y ahorrar por años en tu cuenta de capitalización individual tendrás que optar por la modalidad en la que recibirás tu pensión, evento que puede resultar engorroso si no estás al tanto de las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
En este artículo hemos preparado un versus entre las modalidades de pensión en Chile, es decir, el retiro programado y los tipos de rentas vitalicias. ¡Continúa leyendo para enterarte de las características de cada una y para saber cuál te atrae más!
Retiro Programado
El retiro programado es una modalidad de pensión a cargo de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las cuales también se encargan de gestionar las cuentas de capitalización individual de sus afiliados a lo largo de su carrera laboral.
Esta modalidad se caracteriza por otorgar un pago mensual (usualmente decreciente), que depende del saldo ahorrado en su fondo, de su esperanza de vida y de la tasa de interés vigente.
El valor de la pensión se irá recalculando anualmente, ya que la AFP utiliza una serie de factores y características del afiliado, tales como el saldo restante de la cuenta de capitalización individual, la tasa de interés vigentes, su esperanza de vida y la de sus beneficiarios, para determinar el monto de pensión a pagar.
En el caso de que el pensionado siga vivo año tras año, su pensión irá decreciendo hasta que el saldo en su AFP eventualmente se agote. Posteriormente, no recibirá más pensiones contributivas, a menos que sea beneficiario de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Renta Vitalicia
En el caso de la Renta Vitalicia, se diferencia frente al retiro programado porque es una compañía de seguros la que administra tus fondos durante tu periodo de jubilación.
Una vez firmado el contrato, el dinero ahorrado por el afiliado se traspasa a una aseguradora y pasa a ser de su propiedad, a cambio de la entrega de una pensión mensual fija hasta el día del fallecimiento del pensionado y sus beneficiarios.
Esta modalidad tiene tres variantes con características diferentes. A continuación, te explicamos los detalles de cada una.
A. Renta vitalicia inmediata
En esta versión de la renta vitalicia una vez que la persona se jubile, recibirá una pensión fija todos los meses, la cual se fijará al inicio de tu contrato y no cambiará a lo largo de los años (la legislación establece algunas excepciones). Además, este pago está expresado en UF, por lo tanto, estarás protegido frente a la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Y si bien el monto de la pensión depende de los ahorros y la expectativa de vida del pensionado y sus beneficiarios legales, si el afiliado supera su expectativa de vida seguirá recibiendo el pago establecido, independientemente de los años que siga viviendo.
Ahora, en la otra vereda, las rentas vitalicias tienen la desventaja de no generar herencia una vez fallecidos el afiliado y sus beneficiarios legales. Sin embargo, al momento de pensionarse, puede firmar una cláusula adicional con “Período Garantizado de Pago” para entregar los pagos restantes a los beneficiarios designados, una vez que no queden pensiones de sobrevivencia por pagar.
De igual manera, una vez que el afiliado opta por la renta vitalicia y firma el contrato, no tendrá derecho a retracto.
Esta es una opción ideal para quienes busquen ingresos seguros durante todo su retiro, sin verse afectados por los vaivenes del mercado. Además, resulta conveniente para quienes tengan una alta esperanza de vida, ya que el período de “sobrevida” está cubierto por la aseguradora.
B. Renta Vitalicia Diferida
La renta vitalicia diferida representa un modelo mixto entre las dos modalidades anteriores. En esta modalidad, tus fondos serán divididos en dos, donde una parte se quedará en tu AFP y la otra irá a tu compañía de seguros, por lo que tu jubilación tendrá dos etapas distintas.
El primer ciclo estará a cargo de la administradora de fondos y se llevará a cabo como un plan de retiro programado tal y como se explicó previamente, aunque por un número determinado de años
Posteriormente, comenzará el ciclo con la aseguradora, donde los pagos de la pensión se harán mediante la modalidad de renta vitalicia, igual como se explicó anteriormente.
Esta opción ofrece gran flexibilidad para quienes busquen contratarla, ya que el cambio entre modalidades no es fijo, puede ser en el momento que el afiliado determine, aunque usualmente menos de cinco años. Sin embargo, hay que considerar que, una vez hecho el cambio a renta vitalicia, no se puede volver a la modalidad de retiro programado.
Es una opción que puede beneficiarte si tienes planes importantes proyectados para tus primeros años de jubilación, ya que la pensión en ese periodo será mayor. Luego, tendrás una pensión fija, estable y segura por el resto de tu vida.
C. Renta vitalicia inmediata con retiro programado
Al igual que el punto pasado, la renta vitalicia inmediata con retiro programado es una modalidad de pensión mixta, donde tus fondos también se dividen entre una AFP y una aseguradora.
Sin embargo, esta vez la mensualidad programada y la renta vitalicia comienzan al mismo tiempo, así que el pago es simultáneo por parte de ambas instituciones. Es decir, recibes los dos montos de pensión, cada uno incorporando los beneficios y características de su modalidad respectiva.
Entonces, ¿quién gana en este versus?
La verdad es que no existe una respuesta correcta a esta pregunta, todo depende de las necesidades de cada persona a la hora de jubilarse. Cabe señalar que todas las modalidades tienen una serie de ventajas y desventajas que debes considerar cuando tengas que tomar la decisión.
Por lo pronto, lo más recomendable es reflexionar sobre los proyectos que tengas una vez comience tu jubilación y cómo los puedes adecuar a tus fondos ahorrados. Una vez establecido estos parámetros te será más fácil elegir una de las modalidades de pensión del sistema previsional chileno.