En un fallo unánime, el Pleno de la Corte Suprema decidió la destitución de la ministra Ángela Vivanco Martínez, aprobando el cuaderno de remoción presentado en su contra. La decisión fue tomada tras una deliberación que se extendió por casi tres horas, marcando un precedente significativo en la justicia chilena al remover a una integrante del máximo tribunal.
El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, explicó en la resolución que la conducta de Vivanco comprometió gravemente los principios fundamentales del Estado de Derecho, afectando la independencia, imparcialidad, probidad, integridad y transparencia que deben regir a los magistrados.
Razones y fundamentos de la destitución
La destitución de Vivanco se amparó en el artículo 80 de la Constitución Política de la República, el cual establece que, si bien los jueces gozan del principio de inamovilidad, esta prerrogativa no es absoluta. Puede ser revocada en casos específicos donde se determine un mal desempeño, lo cual quedó acreditado en esta oportunidad.
El tribunal determinó que Vivanco incurrió en faltas graves al desempeño de sus funciones en tres aspectos relevantes:
- Intervención en causas judiciales sin autorización:
La ministra fue acusada de influir en la tramitación de un recurso presentado por Consorcio Belaz Movitec SpA contra Codelco, sin contar con la resolución del entonces presidente de la Corte Suprema. La resolución concluye que su intervención fue “inadecuada” y vulneró los protocolos internos. - Redes de influencia en nombramientos clave:
En el marco del nombramiento de autoridades como el Fiscal Nacional y el conservador de bienes raíces de Concón, se constató un “patrón de conducta inapropiado”. El tribunal indicó que la ministra buscó favorecer determinados intereses, comportamiento que no se ajusta a las expectativas de probidad de su cargo. - Filtración de información sensible y recomendaciones a abogados:
La exmagistrada también fue cuestionada por compartir información confidencial sobre causas pendientes en la Tercera Sala de la Corte, vinculadas con miembros de Carabineros y las Fuerzas Armadas. Además, se determinó que emitió recomendaciones procesales a Luis Hermosilla, abogado del foro, lo que fue calificado como una violación a la independencia judicial. El fallo enfatiza que sus comunicaciones “excedieron el ámbito de conversaciones entre profesionales del derecho”.
Impacto de la remoción en el Poder Judicial
El fallo destaca que la condición de ministra de la Corte Suprema exigía a Vivanco un comportamiento ejemplar, ajustado a los principios fundamentales de la magistratura. El texto subraya que, al asumir su rol, debía evitar emitir opiniones jurídicas en causas pendientes, ya que ello socava la independencia del tribunal y la confianza pública en la justicia.
La destitución de Ángela Vivanco no solo marca un hito en la historia judicial del país, sino que también abre un debate sobre los límites de la inamovilidad de los jueces. La Corte Suprema ha dejado en claro que ningún magistrado está por encima de la ley ni exento de responsabilidad por su conducta.
Consecuencias y próximas acciones
Con la remoción de Vivanco, se activa el proceso para designar a un nuevo ministro o ministra que ocupe su puesto en el máximo tribunal. Esta decisión también podría motivar una revisión de los procedimientos internos del Poder Judicial, para reforzar los controles sobre el comportamiento de sus miembros y asegurar la transparencia en las decisiones más relevantes.
La destitución de la exmagistrada ha generado diversas reacciones en el ámbito político y judicial, al tiempo que subraya la importancia de mantener los estándares éticos más altos en los órganos de justicia, fundamentales para la estabilidad del Estado de Derecho.